Ilustrador, diseñador gráfico y artista urbano, es la trilogía que conforma el talentoso trabajo todo terreno del español Antonio Segura Donat, mejor conocido como Dulk. Desde muy temprana edad le ha gustado dibujar, por lo que una libreta y un lápiz siempre fueron compañeros gratos para calmar sus momentos de inquietud; intentó estudiar una carrera administrativa pero al poco tiempo entendió que lo suyo era el dibujo y se le daba bien por lo que decidió estudiar ilustración y diseño gráfico. Con los años y mucho esfuerzo, su trabajo fue evolucionando y ha ido dejando su huella a través de murales donde representa animales muertos o en período de extinción, dándoles vida por medio de personajes surrealistas muy encantadores, como salidos de un cuento de hadas, sutilmente camuflados por pinceladas llenas de colores pasteles, tonos muy brillantes que saltan a la vista, implícitamente demostrando su influencia tenebrista y con detalles de la pintura flamenca. Sus obras se han destacado en concursos de arte urbano por todo el mundo, en países como España, Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y Estados Unidos, también en Bélgica, donde recibió el premio International Graphic Short Story por su trabajo Brussels in Short. Ha trabajado en campañas publicitarias de las marcas Converse, Acqua Di Gio, ketchup Hellmann’s, portadas de discos y cuentos infantiles.
Hace poco tiempo fue invitado a participar en el Séptimo Festival Desvelarte, organizado en la ciudad de Santander en España, para hacer un mural al que ha llamado: “Save Yourself”. En una pequeña entrevista telefónica, Antonio de manera muy amable nos contó que su pasión por el dibujo va más allá, que le gusta mucho el diseño, que es feliz pintando sobre cualquier soporte, sea en lienzo, pared, creando figuras para encargos específicos, trabaja con mucho empeño, sin perder la ilusión cada día, enfrentando cualquier reto, y que gracias a su increíble esfuerzo puede vivir del arte. Trabajar en cada ciudad es una experiencia diferente y realizar el mural “Save Yourself” le dejó una sensación muy grata, muy chula, la gente se le acercaba y expresaba su manera de interpretar la obra a medida que iba tomando forma, hubo un feedback muy agradable por lo que promete volver cuando el tiempo se lo permita. Así que con viento, lluvia y sol, su corta pero intensa estadía en Santander terminó llenando la calle San Simón de un encanto sin igual. ¡Muchas gracias Antonio, tu trabajo estimula y mola!